Cómo desmontar una persiana

¿Tienes una persiana que necesitas desmontar y no sabes por dónde empezar? Para desmontar una persiana correctamente, el procedimiento fundamental consiste en retirar la tapa del cajón para acceder al mecanismo, soltar los flejes que unen el paño al eje metálico y extraer las lamas cuidadosamente a través de las guías laterales o desde el propio registro. Se trata de una operación de mantenimiento que, si sigues los pasos en el orden adecuado, te permitirá reparar averías o limpiar el sistema sin necesidad de contratar a un técnico externo. Antes de comenzar, asegúrate de que la persiana esté totalmente bajada para liberar la tensión de la cinta y facilitar la manipulación de los componentes internos sin riesgos. ¡Sigue leyendo!

A lo largo de mis años instalando cerramientos, he visto que muchas veces, al abrir el cajón para desmontar el sistema, los clientes descubren que el problema real es una pequeña pieza desgastada o un soporte vencido. Si tras realizar el desmontaje detectas algún componente en mal estado, te recomiendo echar un vistazo a nuestra sección de accesorios para persianas donde encontrarás el recambio específico que necesitas para dejarla como nueva. Además, ya que vas a intervenir en el eje, quizás sea el momento perfecto para modernizar tu hogar y valorar la instalación de motores para persianas, aprovechando que tienes el mecanismo accesible.

Conoce los diferentes tipos de persianas

Antes de coger cualquier herramienta, es fundamental que identifiques qué tipo de material tienes entre manos. Saber si tu persiana es de PVC o de aluminio determinará cuánta fuerza puedes aplicar sin riesgo de romper las lamas durante el desmontaje. A lo largo de mi experiencia, he visto muchas lamas de plástico partirse simplemente por intentar sacarlas con la misma presión que se usaría en una metálica, así que vamos a ver cómo distinguirlas.

Persianas de PVC

Son las más habituales en construcciones antiguas debido a su bajo coste. Las reconocerás porque pesan poco y, si las tocas, tienen un tacto plástico inconfundible. El principal inconveniente que me encuentro al repararlas es que, con el sol y el paso de los años, el material se cristaliza y se vuelve muy quebradizo. Si tu persiana tiene más de 10 años y es de PVC, deberás manipularla con extrema delicadeza para que las guías no dañen los bordes al extraerla.

Persianas de aluminio

Son la evolución lógica y la opción que siempre recomiendo si tienes que hacer una sustitución. Son mucho más ligeras y resistentes, y la mayoría vienen rellenas de espuma de poliuretano, lo que ofrece un aislamiento térmico y acústico superior. Al desmontar estas persianas, notarás que son más rígidas y perdonan más los errores de manipulación que las de plástico.

Persianas enrollables vs. Venecianas

El sistema que vamos a tratar en esta guía es el de las persianas enrollables, que funcionan con un eje dentro de un cajón superior. Este es el mecanismo estándar en la gran mayoría de hogares en España para garantizar la oscuridad y la protección térmica. Por el contrario, si lo que tienes instalado son persianas venecianas (las de lamas horizontales que giran para regular la luz pero no suelen tener cajón de obra), el proceso de desmontaje es totalmente distinto y mucho más sencillo, ya que suelen ir clipadas al techo o al marco de la ventana.

Para ayudarte a identificar qué te conviene más si decides cambiar tu vieja persiana tras desmontarla, he preparado esta tabla comparativa rápida:

Característica	Persiana de PVC	Persiana de Aluminio
Resistencia	Media/Baja (se cristaliza con el tiempo)	Alta (muy duradera y indeformable)
Peso	Ligero	Muy ligero (ideal para motores)
Aislamiento	Básico	Alto (si lleva espuma inyectada)
Precio	Económico	Inversión media
Facilidad de desmontaje	Delicada (riesgo de rotura)	Sencilla y segura

Herramientas necesarias para desmontar una persiana

Como instalador, siempre digo que la preparación es clave para evitar frustraciones. No necesitas un taller profesional completo, pero sí un kit básico de herramientas que te permita trabajar con soltura y seguridad. Contar con el equipo adecuado antes de subirte a la escalera te ahorrará viajes innecesarios y evitará que dañes los cabezales de los tornillos por usar la punta incorrecta.

A continuación, te detallo lo que yo siempre llevo en mi maletín cuando voy a realizar un trabajo mecánico de este tipo en casa de un cliente:

• Destornilladores (plano y de estrella): Son imprescindibles para retirar los tornillos que sujetan la tapa de la caja y para soltar los flejes del eje. Te recomiendo tener varios tamaños a mano.
• Llave inglesa o juego de llaves fijas: Aunque muchos sistemas modernos van a presión o con tornillería simple, en instalaciones antiguas el soporte del eje puede ir asegurado con tuercas que necesitarás aflojar.
• Alicates o pinzas de punta fina: Muy útiles para retirar pasadores, manipular los nudos de la cinta vieja o extraer fragmentos si alguna pieza se ha roto dentro de las guías.
• Martillo (preferiblemente de goma) y un taco de madera: Si necesitas golpear alguna parte para desencajarla, hazlo siempre protegiendo el material para no abollar el aluminio o partir el PVC.
• Elementos de protección y seguridad: Unos guantes resistentes son vitales para evitar cortes con los bordes metálicos de las lamas o del cajón, y unas gafas de protección nunca están de más si hay polvo acumulado.
• Repuestos básicos (cinta, poleas o recogedor): Si vas a abrir el sistema porque falla, es muy probable que necesites un recambio. Tener preparada una cinta nueva o unas poleas de sustitución te permitirá solucionar el problema en el mismo acto sin dejar la ventana desnuda.

Pasos para desmontar una persiana

Llegamos al momento de la verdad. El proceso de desmontaje debe hacerse con calma y orden para no dañar ninguna parte de la instalación. Sigue estos pasos tal y como te indico, como si yo estuviera allí contigo indicándote qué tornillo quitar. Recuerda: la paciencia es tu mejor herramienta aquí.

1. Libera el acceso al cajón o registro: Lo primero es retirar la tapa que oculta el mecanismo. Dependiendo de la antigüedad, puede ir a presión o sujeta con tornillos que suelen estar pintados del mismo color que la pared. Usa el destornillador con cuidado para quitar las fijaciones y despega la tapa suavemente si tiene silicona o pintura en los bordes.
2. Baja la persiana totalmente y suelta los flejes: Para trabajar con seguridad, el paño de lamas debe estar completamente bajado hasta que el eje quede desnudo. Verás que el tubo metálico tiene unas cintas o flejes que sujetan la primera lama. Desatornilla o desengancha estos sistemas de sujeción para liberar el peso de la persiana del eje. Si tu sistema cuenta con motor, recuerda cortar la corriente eléctrica antes de manipular cualquier cable o puertos de conexión.
3. Extrae el eje del mecanismo: Una vez suelta la persiana, el eje suele salir empujando hacia un lado del cajón (generalmente hacia el lado contrario a la cinta) para liberar el perno del soporte. Retira el tubo metálico con cuidado para no golpear las paredes y déjalo en una zona despejada. Esto te dejará espacio para manipular el resto de elementos cómodamente.
4. Saca las lamas de las guías: Con el eje fuera, tira del paño de lamas hacia el interior de la habitación, enrollándolo manualmente a medida que sale. Es fundamental alinear bien las lamas con las guías laterales para que no se atasquen al tirar de ellas hacia arriba. Si notas resistencia, revisa si hay algún tope en la parte inferior de la última lama y quítalo.
5. Revisión de componentes internos: Con todo desmontado, es el momento ideal para verificar el estado de cada componente. Echa un vistazo a las partes de la persiana que suelen sufrir más desgaste, como los rodamientos o la cápsula. Si detectas suciedad acumulada en los carriles o en el interior de la caja, elimínala ahora para asegurar un funcionamiento fluido luego.

Si durante este proceso te encuentras con que la persiana no baja o está trabada antes de empezar, te recomiendo consultar primero nuestra guía sobre cómo arreglar una persiana atascada, ya que forzar el desmontaje en esa situación podría romper alguna pieza clave.

Mantenimiento del mecanismo y eje

Ya que te has tomado la molestia de abrir la caja y sacar el sistema, mi consejo profesional es claro: no vuelvas a cerrarla sin darle un repaso al corazón de tu persiana. A menudo, el problema no es solo la pieza rota por la que empezaste el desmontaje, sino la acumulación de años de polvo y grasa que hace sufrir al resto de componentes.

Limpieza del mecanismo

El enemigo silencioso de cualquier sistema mecánico es la suciedad. Con el eje desmontado, aprovecha para limpiar a fondo los soportes laterales y los cojinetes donde gira el tubo. Puedes usar un trapo húmedo con desengrasante suave.

También es vital que revises las poleas; si tienen restos de la antigua cinta o suciedad incrustada, la cuerda nueva no deslizará bien y se desgastará prematuramente. Para una limpieza más exhaustiva de todo el conjunto, incluidas las lamas que has retirado, te recomiendo seguir nuestra guía específica sobre cómo limpiar persianas, donde explico qué productos usar para no dañar los materiales.

Reemplazo de partes dañadas

Con las piezas en la mano, inspecciona cada elemento buscando grietas o deformaciones. A veces, un recambio de apenas unos euros, como una cápsula o un disco, puede salvarte de tener que cambiar la persiana entera más adelante. Fíjate bien en:

• Los flejes de sujeción: Si están oxidados o doblados, no sujetarán bien el peso.
• El pasacintas: Si los rodillos por donde pasa la cinta están gastados, actuarán como una cuchilla cortando la correa nueva.

Si encuentras algo roto y no estás seguro de cómo proceder, echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo arreglar persianas enrollables para ver soluciones concretas a las averías más comunes.

Precauciones a tener en cuenta durante el desmontaje

A lo largo de mi carrera, he visto cómo pequeñas reparaciones se complicaban innecesariamente por no tomar un par de medidas preventivas antes de empezar. El desmontaje de una persiana implica manipular elementos pesados, cortantes y, a menudo, bastante sucios, por lo que la protección del entorno y de uno mismo es innegociable.

Antes de soltar el primer tornillo, ten en cuenta estas advertencias de seguridad que aplicamos en todas nuestras instalaciones profesionales:

• Protege la zona de trabajo: El interior del cajón acumula hollín, grasa y polvo negro que mancha muchísimo. Coloca cartones o plásticos protectores en el suelo y sobre los muebles cercanos para evitar que la suciedad del eje arruine tu decoración.
• Cuidado con el "latigazo" de la cinta: El recogedor inferior tiene un muelle interno con mucha fuerza. Nunca sueltes la cinta de golpe sin sujetarla firmemente, ya que el retroceso rápido podría golpearte o dañar el mecanismo del recogedor.
• No fuerces los plásticos viejos: Como mencioné antes, el PVC antiguo es traicionero. Si notas que una pieza de sujeción no cede, revisa si hay algún tornillo oculto o pintura pegada antes de hacer palanca y romperla.
• Seguridad en altura: Si la ventana es grande o está alta, no te la juegues haciendo equilibrios. Utiliza siempre una escalera estable y, si es posible, pide a alguien que te sujete la persiana mientras desmontas el eje para no cargar con todo el peso tú solo en una mala postura.

"Mi regla de oro en el taller es sencilla: si tienes que hacer demasiada fuerza, para y revisa. Los mecanismos de persiana están diseñados para encajar con lógica, no a golpes."

Si tu preocupación por la seguridad va más allá del montaje y quieres reforzar tu hogar frente a intrusos, quizás te interese revisar nuestra sección de seguridad para persianas, donde encontrarás cerrojos y sistemas autobloqueantes muy efectivos.

Qué hacer después de desmontar la persiana

Con la persiana desmontada, tienes ante ti la oportunidad perfecta para realizar una puesta a punto integral que sería imposible con el sistema instalado. Mi recomendación es que no tengas prisa por volver a montar; dedica unos minutos a acondicionar cada pieza. El objetivo es que, cuando vuelvas a colocarla, la persiana funcione tan suave como el primer día.

Estas son las tareas prioritarias que deberías realizar ahora que tienes acceso total:

• Limpieza profunda del eje y el cajón: Utiliza una aspiradora para retirar el polvo y los nidos de insectos que suelen acumularse en los rincones de la caja. Para el tubo metálico (eje), un paño húmedo es suficiente.
• Engrase de rodamientos: Aplica un poco de grasa de litio o spray de silicona en los cojinetes laterales (donde gira el eje). Esto eliminará chirridos molestos y facilitará la subida y bajada.
• Revisión de las lamas: Extiende el paño en el suelo y comprueba que no haya grietas laterales. Si alguna lama está rota, ahora es muy fácil deslizarla lateralmente para sustituirla por una nueva.

Si además de estas persianas enrollables tienes en casa modelos más rústicos o tradicionales, el mantenimiento cambia ligeramente. Por ejemplo, en el caso de las de cuerda vista, el desgaste es más visible y directo; si te interesa ese tema, tenemos una guía específica sobre cómo cambiar la cuerda de una persiana alicantina que te será muy útil.

Lista de productos recomendados para la limpieza

Para no dañar los materiales, te aconsejo usar:

• Agua tibia con jabón neutro (para PVC y aluminio).
• Spray de silicona (para guías y rodamientos). Evita el aceite y la grasa densa en las guías, ya que atrapan el polvo y crean una pasta que atasca la persiana.
• Un cepillo de cerdas suaves.

Cómo volver a montar la persiana correctamente

Ya tenemos todo limpio y revisado. Ahora toca recorrer el camino inverso para dejar la instalación operativa. El secreto de un buen montaje reside en la paciencia y en asegurar que el eje quede perfectamente nivelado para que la persiana no suba torcida. Sigue este orden lógico para evitar tener que desmontar todo de nuevo por un olvido tonto.

1. Coloca el eje en su sitio: Introduce el tubo metálico en el cajón, encajando primero el lado de la contera (la parte que no tiene cinta) y luego el lado de la polea. Asegúrate de que los rodamientos entran suavemente en los soportes y que el eje gira libremente con la mano antes de ponerle peso.
2. Introduce el paño de lamas en las guías: Desde el interior de la habitación, pasa la primera lama (la superior) a través de la ranura de la caja hacia las guías laterales. Ve deslizando el resto del paño poco a poco, vigilando que ninguna lama se enganche en la entrada de los carriles para no rayar el material.
3. Fija los flejes al eje: Con la persiana totalmente bajada, engancha o atornilla las cintas de sujeción al tubo metálico. Es vital que todos los flejes tengan la misma longitud y tensión. Utiliza un nivel si es necesario para confirmar que el enganche está equilibrado, ya que si un lado tira más que otro, la persiana subirá torcida y se atascará.
4. Comprobación final y cierre: Antes de poner la tapa, haz una prueba de subida y bajada completa. Verifica que la cinta se enrolla bien en el disco y que las lamas no rozan con ninguna pared interna del cajón. Si todo va suave como la seda, ya puedes atornillar la tapa y dar el trabajo por finalizado.

Espero que esta guía te haya servido para perderle el miedo a abrir el cajón de tu persiana. Como ves, desmontar una persiana no requiere ingeniería avanzada, sino método, paciencia y las herramientas adecuadas. Si has seguido los pasos, ahora tendrás un sistema limpio, revisado y funcionando a pleno rendimiento, listo para proteger tu hogar durante muchos años más.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo saber qué tipo de persiana tengo antes de desmontarla?

Para identificar el tipo de persiana, revisa el material de las lamas. Si son ligeras y flexibles, probablemente sean de PVC. Si son más pesadas y rígidas, podrían ser de aluminio. También verifica el mecanismo de subida, ya que algunos modelos tienen sistemas manuales y otros, motorizados

¿Es necesario desmontar toda la persiana para repararla?

No siempre. En algunos casos, como cuando solo una lama está dañada o la cuerda está rota, puedes cambiar solo esa pieza. Sin embargo, si el eje o el tambor presentan problemas, sí será necesario desmontar todo el sistema.

¿Qué debo hacer si la persiana no se despliega después del montaje?

Si la persiana no se despliega correctamente, asegúrate de que el eje esté bien colocado y que las lamas no estén torcidas. Revisa también el mecanismo de la cuerda o cinta para comprobar que no esté atascado o mal conectado.

¿Puedo desmontar una persiana motorizada de la misma forma que una manual?

Las persianas motorizadas tienen un mecanismo más complejo que las manuales. Aunque el proceso de desmontaje de las lamas y el eje es similar, deberás desconectar el motor del sistema eléctrico. Es recomendable seguir las instrucciones del fabricante o consultar a un profesional.

¿Cuánto tiempo puede tardar desmontar una persiana?

El tiempo puede variar dependiendo del tipo de persiana y la experiencia de la persona. En general, desmontar una persiana estándar puede llevar entre 30 minutos y una hora si tienes las herramientas adecuadas y sigues los pasos correctamente.

¿Qué hago si al desmontar la persiana se rompe una lama?

Si se rompe una lama durante el desmontaje, puedes reemplazarla sin problemas. Debes buscar una lama de repuesto del mismo material y tamaño, y colocarla en la posición correspondiente. Asegúrate de que encaje bien en las guías laterales para evitar futuros problemas.

Desmontar y mantener una persiana correctamente alarga su vida útil y garantiza su buen funcionamiento. Siguiendo estos pasos, podrás realizar el proceso sin complicaciones. Si buscas renovar o cambiar tus persianas por modelos más modernos o eficientes, en nuestra tienda encontrarás una amplia selección de persianas de calidad para adaptarse a tu hogar. ¡Explora nuestro catálogo y mejora tus espacios hoy mismo!